La lluvia de estos días ha ido llenando el deposito de agua que debe irrigar el huerto. La tierra ya espera a abrir los nuevos surcos y recibir las semillas de nuestro huerto escolar que ya tuvo fruto el pasado curso pero que por el confinamiento no pudo cumplir el objetivo pedagógico que perseguía. Pero no importa, nuestros alumnos y alumnas, en breve, comenzarán a participar del huerto escolar y sentir como suyo el crecimiento y maduración de los productos de temporada que se van a criar en este trozo de terreno recuperado para el aprendizaje y la experiencia.